Análisis sobre las perspectivas del Comercio Electrónico en Venezuela
Analysis on the Electronic Commerce perspectives in Venezuela
Hortencia Adorlisa García Arias1
1 Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora. Maestría en Gerencia. Subproyecto: Análisis de Mercados. E-mail: hortencia42@hotmail.es
Alex José Oropeza Perozo2
2 Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora. Maestría en Gerencia. Subproyecto: Análisis de Mercados. E-mail: alexoropezap@hotmail.com
Resumen
La tecnología de Internet ha abierto innumerables posibilidades más allá de la comunicación, entre las que destaca el comercio electrónico, sistema de comercialización en línea que ha resultado ser, en países desarrollados, una actividad confiable y productiva. En Latinoamérica y específicamente en Venezuela, el comercio electrónico, muestra señales de avance, pero se observan resistencias a su uso, debido a varios factores, entre los que destaca: desinformación sobre los alcances y beneficios de este novedoso sistema, la desconfianza hacia el sistema, y la ausencia de un contundente marco jurídico que brinde mayor seguridad sobre las transacciones en línea, protegiendo así, al consumidor on-line. El presente artículo, de tipo descriptivo, pretende desarrollar un análisis sobre las perspectivas que rodean al comercio en la región latinoamericana, atendiendo al caso venezolano, de cara a los factores que se acaban de señalar, para lo cual se ha hecho acopio de una revisión documental sobre el tema.
Palabras Claves: Internet, Comercio Electrónico, compras electrónicas, e-commerce
Abstract
The Internet network has opened innumerable possibilities beyond the communication, in which the electronic commerce, the on – line system of commercialization has turned out to be a reliable and productive activity in developed countries. In Latin America and specifically in Venezuela, the electronic commerce shows advance signals, but some resistances are observed on its employ due to several factors, such as: disinformation about the reaches and benefits of this novel system, the distrust towards the system, and the absence of a forceful legal frame that offers a complete security on the on – line transactions, protecting the on - line user as well. The present article, based on a descriptive text, tries to analyze the mentioned commerce perspectives used in Latin America, pointing out the Venezuelan ones. To do this, a documentary review on the subject was done.
Key words: Internet, Electronic Commerce, electronic purchases, e-commerce
Introducción
Hablar del Comercio electrónico es hablar de Internet. Desde su aparición, hace más de dos década, nadie imaginó el impacto, la trascendencia y el alcance que este medio masivo de información podría proporcionar a la humanidad. El surgimiento de la llamada superautopista de la información trajo consigo enormes beneficios en una comunicación sin fronteras a nivel mundial e, igualmente, otorgó la oportunidad de realizar intercambios de información útil y valiosa a la sociedad, así como transaciones de toda índole, entre las que destaca las comerciales. Aun cuando las primeras iniciativas referentes a la utilización de Internet surgieron a finales de la década de los 60, es, en los últimos años, cuando se ha desarrollado con fuerza su utilización como una opción para la comercialización de productos y, por ende, como una alternativa para la realización de muchas actividades económicas, especialmente en los países más desarrollados.
Siendo indiscutible la fuerza de penetración, difusión y comercialización en Red, muchas personas, empresas y usuarios, especialmente en Latinoamérica, optan por la forma tradicional del comercio, dejando entrever resistencias y temores frente al uso de e-commerce. Dichos temores se explican, debido a las experiencias negativas que, a jucio de los autores de este artículo, se origina mayormente, a la falta de información del manejo en red, así como al desconocimiento de las fomas jurídicas que actualmente regulan el manejo del comercio electrónico. Específicamente en Venezuela, el desenvolvimiento de este novedoso mecanismo comercial es de reciente data y se encuentra en franco proceso de expansión, venciendo paulatinamnete las reservas ya mencionadas, y, aunado a ello, se están estableciendo regulaciones jurídicas en beneficio de usuarios de la red comercial. Materiales y Métodos:
El artículo es una investigación de carácter descriptivo, usándose la técnica documental. Los datos fueron analizados a través del método de análisis – síntesis, que según Muñoz (1998), consiste en la separación de las partes de un todo, para estudiarlas en forma individual (Análisis), reuniendo los elementos dispersos para estudiarlos, racionalmente, en su totalidad (Síntesis).
Definición del Comercio electrónico
Definir el comercio electrónico no es sencillo, pues aún no se está absolutamente claro de qué se entiende, qué abarca y cuál es la mejor manera de definirlo. A los fines metodológicos del presente artículo, se señalarán varias definiciones más adelante. Pero para facilitar su comprensión, se toma como base la siguiente realidad: el teléfono, el fax, los cajeros electrónicos, la televisión y otros medios de las telecomunicaciones, intervinientes en las operaciones comerciales, se encontraron ante una competencia o complemento no previsto. Un medio que permite hacer comunicaciones y transacciones comerciales más rápidas, seguras y económicas que cualquiera de los descritos. De forma que un solo aparato puede hacer, lo que hace apenas unos años requería de cinco, con la ventaja de que Internet, a diferencia de sus antecesores, permite interactuar simultáneamente entre varios, incluyendo el acceso de voz, datos y apreciación de fisonomías, sin la presencia física.
Es así como Hernández (1999), señala que La Comunidad Económica Europea ha definido el comercio electrónico como la manera de hacer negocios por medios electrónicos, basado en el procesamiento electrónicos de transmisión de datos, incluyendo textos, sonido y vídeo. Incluye intercambio electrónico de bienes y servicios, remisión de contenidos digitales, transferencias, transacciones comerciales, actividades educacionales, servicios médicos, información, compras gubernamentales y otras que se generan gracias al fenómeno de los llamados “centros comerciales virtuales”. En opinión de Hernández (Ob. Cit.) los usuarios sólo de internet podrían estar por el orden de los trescientos millones al inicio del milenio; por ello, el Comercio Electrónico puede ser visto dentro del contexto de lo que John Browning, citado por Hernández, (1999), denomina como la "nueva economía", entendiendo por ésta, una realidad invariable en donde, los medios de producción son dirigidos por "personas que trabajan más con sus cerebros que con sus manos". El autor define esta realidad como un mundo donde "la tecnología de las comunicaciones crea una competencia mundial, no sólo para bienes tangibles, sino también para los créditos bancarios y otros servicios que no se pueden embalar y enviar. Es así que hablar sobre la "nueva economía" es hacer referencia a un mundo… en el que la innovación es más importante que la producción masiva"(p.12)
Por su parte Mora (2006), define al comercio Electrónico como “Toda transacción comercial (producción, publicidad, distribución y venta de bienes y servicios) realizada tanto por personas, empresas o agentes electrónicos a través de medios digitales de comunicación, en un mercado virtual que carece de límites geográficos y temporales.”. En tanto que Liscano (1997), lo define como “la forma mediante la cual se efectúan transacciones comerciales a través del ciberespacio”; a su vez, BT Electronic Commerce Innovation Center (citado por Requena, 2004) lo refiere como "la disponibilidad de una visión empresarial apoyada por la avanzada tecnología de información para mejorar la eficiencia y la eficacia dentro del proceso comercial"; mientras que para Requena (Ob. Cit.) no es más que “cualquier forma de transacción comercial, en la que las partes interactúan electrónicamente en lugar de por intercambio o contacto físico directo”.
Por lo tanto, agrupando estas definiciones se tiene que el comercio electrónico es una metodología moderna para hacer negocios, donde las partes involucradas interactúan de manera electrónica, en lugar de hacerlo de la manera tradicional con intercambios físicos o trato físico directo.
Pero, más allá de estas definiciones, Kotler y Armstrong (2003), aportan una moderna subdivisión del comercio electrónico, fundamentado en cinco modalidades distintas, de acuerdo a los agentes implicados en la transacción, y a quienes estos autores le han denominado como los nuevos dominios del e-commerce:
A.- Empresa – Consumidor (B2C): -Business to Consumer- se compara con la venta al detal de manera electrónica. Esta modalidad ha tenido gran aceptación y se ha ampliado sobremanera, gracias a la llegada de la World Wide Web. Se trata de la venta realizada al usuario final, y su expansión se debe a la existencia de galerías comerciales o portales sobre Internet, ofreciendo todo tipo de bienes consumibles.
B.- Empresa – Empresa (B2B): -Bussines to Bussines- Referido a la compra-venta de productos y servicios que se realiza entre empresas, donde éstas, usan una red para ordenar pedidos a proveedores, recibiendo los cargos y haciendo los pagos. A pesar del éxito del B2C en países de alto desarrollo, muchos analistas coinciden en que estas compras, desde el hogar o la oficina, serán eclipsadas por el Comercio Electrónico entre empresas (B2B). A manera de ejemplo, el sitio de Comercio Electrónico editorial para venta de libros de mayor éxito mundial, Amazon.com, vendió unos 17 millones de dólares en el 2000 en la categoría B2C, en contraposición, las ventas B2B totalizaron más de 180 mil millones, éxito éste que, según Jeff Bezos, su creador, -citado por Kotler, Ob. Cit.- se debe a que ofrecen unas experiencias únicas, humanas y personales, en línea, orientadas a satisfacer al cliente.
C.- Empresa – Administración (B2G): -Bussines to Government- Cubre todas las transacciones entre empresas y organizaciones gubernamentales. Esta modalidad está comenzando, pero puede crecer rápidamente si los gobiernos la usan para sus operaciones, con las debidas garantías jurídicas que regulan este tipo de operaciones. D.-. Consumidor – Administración (C2G): -Consumer to Government- Negocio con el gobierno, llamado también “Gobierno electrónico”. A través de este sistema, los gobiernos están en capacidad de extender interacciones electrónicas de atención al ciudadano en áreas tales como: pagos de pensiones, auto asesoramiento en devoluciones de tasas, pagos de impuestos, certificaciones, seguridad social, pagos, trámites aduanales, entre otros servicios a empleados públicos o servicios oficiales. Este tipo de operaciones, se encuentran muy bien aspectado en Venezuela, exhibiendo un poderoso desarrollo. E.- Consumidor – Consumidor (C2C): -Consumer to Consumer- De reciente aparición, este dominio de Comercio Electrónico se refiere a las subastas en línea, donde cualquier particular puede colocar a la venta un producto en un sitio especial al efecto, brindando una plataforma para todos los ciudadanos que deseen vender directamente sus bienes o artículos. Estos sitios no necesariamente son comerciales pero, cabe destacar que durante el 2000, uno de los sucesos de mayor impacto en Internet, fue el sitio creado por universitarios norteamericanos para el intercambio gratuito de música. En menos de un año obtuvo decenas de millones de asociados, y recibió una demanda de las casas discográficas, sin embargo creó un concepto de sistema de distribución descentralizado aplicable a los fines comerciales.
Por todo lo expuesto, cabe señalar que el fenómeno Comercio Electrónico, se encuentra dentro de un fenómeno social mayor denominado Sociedad Digital, que implica el acercamiento de las Tecnologías de la Información a nuestra realidad, por lo que el análisis del Comercio Electrónico no se debe hacer aislado de esta realidad, sino dentro del marco de la misma. Antecedentes Históricos del Comercio La actividad comercial está vinculada al desarrollo del hombre, que ha evolucionado de muchas maneras. Su inicio fue el trueque que consistió en el intercambio de objetos o servicios por otros objetos o servicios, con la diferencia de que no había dinero de por medio. El trueque apareció cuando los hombres necesitaban cosas que no tenían y para obtenerlas, las intercambiaban por aquellas que si poseían. Más tarde, con la aparición del dinero, las cosas se intercambiaban por su correspondiente valor en dinero y luego, ese dinero, por cosas. Con la evolución comercial, a principio de los años veinte, apareció en los Estados Unidos la venta por catálogo, género impulsado por las grandes tiendas que vendían al mayor. Este sistema de ventas, revolucionó el sistema tradicional, pues consistía en una revista con fotografías ilustrativas de los productos a vender. A principio de los años setenta, al aparecer las primeras relaciones comerciales, la novedad era el uso de una computadora para transmitir datos. Este tipo de intercambio de información, sin estándares establecidos, trajo consigo mejoras sobre los procesos de fabricación en el ámbito privado, sólo entre empresas de un mismo sector. Por ello, se trataron de fijar estándares para realizar este intercambio, el cual era distinto respecto a cada industria. Comenta Labastidas (2009), que a mediados de 1980, con la ayuda de la televisión, surge una nueva forma de venta por catálogo, también llamada venta directa, donde los productos eran mostrados con mayor realismo, con la dinámica de ser exhibidos resaltando sus características. La venta directa se concretaba mediante un teléfono y usualmente con pagos asociados a tarjetas de crédito. Con el advenimiento del desarrollo tecnológico y la modernización de las telecomunicaciones, fue posible que los intercambios de datos crecieran a niveles extraordinarios, simplificándose cada vez más y creando nuevas formas de comercio; en este marco, se desarrolló el Comercio Electrónico, cuya historia comenzó hace un par de décadas en las empresas, con la introducción del Intercambio Electrónico de Datos (EDI), figura que inicialmente se dio entre firmas comerciales, con el envío y recibo de pedidos, información de reparto y pago, etc., pero, ha sido la aparición de la Internet la que ha conducido a una revisión fundamental de las estrategias de planificación comercial de las empresas en todo el mundo. De acuerdo con Labastidas (Ob. Cit.) para las grandes empresas, es inconcebible no tener su sitio web para mostrar sus propios progresos, amén de exhibir y alabar sus productos. La presencia en línea se ha convertido en una necesidad comercial incluso para las pequeñas empresas, que según indica la autora, para el año 1999, en Estados Unidos representaba más del 70% de los sitios web comerciales en todo el mundo, y los propietarios de esos sitios generaban más del 90% de los ingresos mundiales. En cambio, en ese mismo año, los ingresos del comercio electrónico en Latinoamérica y la región de Asia-Pacífico representaron un poco más del 2% del total. Continúa la autora, que incluso en condición próspera, el e-commerce se ha limitado al comercio entre Norte y Sur, y no entre países en desarrollo y concluye, que si bien e-Marketer sostiene que el comercio electrónico latinoamericano alcanzó los 15.000,00 millones USD en 2003, no es menos cierto que el 75% de las adquisiciones en línea en la región, se efectúan a través de sitios Internet en Estados Unidos. Contexto Latinoamericano para el desarrollo del Comercio Electrónico:
En América Latina, el mercado electrónico, en opinión de Jiménez (2002), no ha sido un medio utilizado por los connacionales para acceder a productos foráneos, o para alcanzar bienes que, simplemente, no son distribuidas en sus países. Atribuye esta condición a barreras de diversa índole que ha influido para que la penetración del comercio electrónico en la zona, diste considerablemente del índice de otras regiones del mundo.
Acota sin embargo, que el sector no se ha detenido: La innovación, un mejor conocimiento del mercado, y, por supuesto, el crecimiento del acceso a Internet como medio, y su incorporación a la vida de los internautas latinoamericanos, son factores que han derribado barreras paulatinamente; por lo que hoy, más del 40% de los usuarios de la región han hecho, al menos, una compra a través de la red. En este sentido, revela el reporte Comercio y Banca Electrónica (2010), citado por Jiménez, Ob. Cit., que la falta de acceso a una tarjeta de crédito es actualmente la mayor limitante de los latinos a la hora de comprar online, según afirmación del 40% de los consultados en el estudio. Mientras que la desconfianza, tradicionalmente una de las principales barreras, ha decaído considerablemente. Pero el reto está aún latente, pues más del 20% de los internautas de la región afirman que desconfían pagar por Internet, desconfía de la calidad de los productos, teme recibir algo distinto, o conserva incertidumbre sobre la fecha de la recepción de su adquisición. No obstante, el panorama promete cuando se evidencia que, respecto a 2007, la desconfianza a pagar online ha disminuido 18%, y el temor a recibir otro producto- no solicitado- bajó 14%. El 32% de los usuarios es más conservador y prefiere ver los productos. El elevado costo de los envíos limita a 13% de los encuestados, mientras para el 11%, “es complicado” hacer transacciones en línea. Otra oportunidad que alienta al e-commerce, es cuando los indicadores señalan que no es alto el desconocimiento sobre el asunto. Así, apenas el 8% dice que no sabe cómo comprar, y el 5% que no sabe dónde.
Pero hay más, de acuerdo con el análisis de la Revista PC magazine en español (2000), aunque las variables relacionadas con el entorno macroeconómico y sectorial tienen una gran influencia en los negocios, el éxito de éstos, depende de factores propios a la empresa. Es de gran ayuda a la hora de hacer negocios contar con un macro y micro entorno favorable. En lo macro, se puede resumir diciendo que la mejor política de fomento de los negocios es una macroeconomía estable y favorable a las empresas. En lo sectorial, aspectos como un mayor acceso a Internet, el desarrollo de una oferta local y una mayor penetración de la banda ancha, van a ayudar considerablemente a las empresas a sacar provecho de Internet. Lamentablemente, eso no está en manos de las empresas latinoamericanas y por ello, el enfoque gira en torno a los aspectos micro del negocio, cuyo éxito depende, en una elevada proporción, de la forma como se maneje. En este sentido, se hace referencia a la calidad del producto o servicio, la estrategia de mercadeo, el conocimiento de los clientes, entre otros factores que son elementos claves para los negocios electrónicos.
Latinoamérica presenta un panorama heterogéneo donde Venezuela se rezaga pero presenta experiencias exitosas en lo micro. Al hacer una revisión de la situación de los principales países de la región en las variables comentadas, se puede identificar que existen diferencias importantes entre los países. Chile y Puerto Rico destacan como los mercados donde las empresas están provechando las bondades de Internet a la hora de hacer negocios. En un segundo grupo, se ubican los grandes mercados, Brasil y México. Ambos muestran importantes logros en lo macroeconómico y en el desarrollo sectorial. El caso de Venezuela llama la atención, porque las condiciones macro y sectoriales no son las mejores para un desarrollo del negocio electrónico a nivel masivo, aun cuando muestras algunas experiencias favorables. En este sentido, Venezuela, a pesar de sus ingresos petroleros no muestra logros a nivel general sino iniciativas exitosas puntuales, relacionadas con la iniciativa empresarial particular. Sin embargo, continúa Jiménez, los que temieron que el incipiente comercio electrónico latinoamericano fuese una víctima más de la crisis financiera global, “pueden respirar tranquilos”. Internet como canal de distribución de productos y servicios a consumidores, es decir como portal del e-commerce, siguió creciendo pese al colapso de las cifras económicas en todo el planeta. Según un estudio realizado por América Economía Intelligence por encargo de la firma de medios de pago Visa, el comercio electrónico a consumidores (o B2C) creció en 39,2% durante 2009, lo que le permitió llegar a la suma de U$ 21.775 millones en toda América Latina y El Caribe. Y en 2010, al primer trimestre del año, se estima un avance del 27%, lo que permitiría cerrar con US$ 28.000 millones en B2C. El alza, en medio de una temporada repleta de indicadores económicos y financieros a la baja, era predecible, pues el comercio electrónico responde a un cambio tan profundo en los hábitos con que las personas se relacionan con las empresas que les proveen servicios y productos, que la tendencia general apenas se vio perjudicada por el impacto de unos PIB negativos o por la desconfianza de los inversionistas internacionales. Para entenderlo de otro modo: pese al estancamiento, muchos de los factores que impulsan el comercio electrónico siguieron desarrollándose. La penetración de PC y de banda ancha siguió subiendo a tasas del 20 y 15% anual respectivamente (al cierre de 2009 había unos 150 millones de usuarios de PC en la región, y unos 40 millones con acceso a banda ancha). Lo mismo ocurrió con la disponibilidad y uso de distintos medios de pago a medida que la bancarización ofreció nuevos servicios.
Evolución del Comercio Electrónico en Venezuela
En el caso específico del comercio electrónico en Venezuela se dieron los primeros pasos en el año 1999 con la empresa "www.mipunto.com" reconocida, según Ayala, M. (2001, citado por Hernández) como "…el primer establecimiento venezolano de comercio electrónico, además de ser el primer sitio web en completar las transacciones en línea utilizando plataforma bancaria nacional, suministrada por el extinto Banco Unión." (p.47).
Es así como en opinión de Hernández (Ob. Cit.), en los últimos años, Venezuela ha acelerado el uso del comercio electrónico. Pero, a pesar de su incremento, no se ha desarrollado tanto, en comparación con otros países latinoamericanos, principalmente porque sólo una pequeña parte de la población tiene acceso a Internet. En este orden de ideas, según cifras del Observatorio de Conatel, basado a su vez, en cifras del instituto Nacional de Estadísticas, para el segundo trimestre del 2010, de una población de 28.623.918, el 33,98% es decir 9.729.861 venezolanos, son usuarios de Internet.
Sin embargo, entre las empresas de nuestro país que han presentado servicio de comercio electrónico a los clientes se citan a: Makro, Bayer, Seaboard Marine, Procter & Gamble, Baker Hughes, Farmatodo, Colgate Palmolive, Cobeca, Citibank y Seguros La Seguridad, entre otras. Pero como se ha mencionado, el gran problema del comercio electrónico en Venezuela, es la percepción de que no es confiable ni seguro pues a través de éste, asegura Requena (Ob. Cit.), se han realizado cantidades de fraudes; por otra parte continúa la autora, otra de las causas que desanima a la población venezolana a realizar esta actividad, son los grandes problemas económicos por los que atraviesa actualmente. No obstante, a nivel mundial, el comercio electrónico siempre ha mostrado vigor, especialmente en Estados Unidos y países Europeos, donde, a diferencia de Venezuela, la percepción sobre ellos es que son completamente inequívocos, leales y por lo tanto, rentables.
Aun así, a pesar de la avalancha informativa no ha resultado sencillo convencer a los usuarios e interesados de que comprar por la red es un sistema seguro, pero el nacimiento de una oferta interesante por parte de las empresas, han obligado a muchos a dejar atrás tabúes y explorar este mundo de compras electrónicas. Señala Mora (Ob. Cit.) que Venezuela, la cual se identifica en el ciberespacio con la nomenclatura .ve, apenas despierta a esta nueva realidad. Según la Revista PC magazine en español (2000), las estadísticas señalan que hoy en día, más del 50% de las empresas cuentan con infraestructura para hacer comercio electrónico, los negocios mediados por redes superan 800 millones de dólares, los internautas locales realizaron compras al menor por Internet de 14 millones de dólares en el año 1999, y en la empresa-consumidor hubo un potencial crecimiento de 300% para los años 2000-2001. (P32) Situación jurídica del Comercio Electrónico en Venezuela: El crecimiento del comercio electrónico debe, entre otras cosas, contribuir al incremento del comercio mundial por una parte y debe además, constituirse en un vehículo que acelere sus posibilidades de desarrollo a través de la expansión del comercio y la creación de nuevas oportunidades de acceso a los mercados internacionales para sus productos tradicionales. Especialmente, para el sector de los servicios profesionales así como para la pequeña y mediana empresa, sin embargo, tal y como se ha señalado, el mercado venezolano no ha sido muy proclive al comercio por internet. A pesar de que las cifras aportadas revelan un auge en cuanto a la presencia de usuarios en el e-commerce, aún persisten muchas contradicciones que obstaculizan el despegue total de la venta en línea. Una de ellas, es la falta de cultura digital y la otra, el desconocimiento general del marco legal que regula el comercio electrónico, lo cual impide un mayor desarrollo del mismo, sin embargo, algunos autores consideran que Internet y mercadeo electrónico es y, será, de quienes entiendan la importancia de apostar por el futuro. Como corolario es pertinente señalar que hace apenas unos años, la gran preocupación del usuario, del empresario y de organismos del estado, consistía en la falta de un marco regulatorio que protegiera el uso del comercio electrónico; sin embargo, a partir de año 2000, se han creado leyes y decretos especiales cuya pretensión es la de regular la actividad electrónica, brindado mayor protección a los usuarios del comercio electrónico. Entre las leyes que se citan, extraídas de la Revista Electrónica Jurídica, se tiene: 1.- Ley Orgánica de Telecomunicaciones Decreto No. 36.920 del 28 de marzo de 2000, la cual tienen por objeto establecer el marco legal de regulación general de las telecomunicaciones, a fin de garantizar el derecho humano de las personas a la comunicación y a la realización de las actividades económicas de telecomunicaciones necesarias para lograrlo, sin más limitaciones que las derivadas de la Constitución y las leyes. 2.-La ley de Telecomunicaciones. Uso del Internet. Decreto No. 825 Gaceta Oficial 36.955 del 26 de mayo de 2000, que tiene por objeto establecer el marco legal de regulación general de las telecomunicaciones, a fin de garantizar el derecho humano de las personas a la comunicación y a la realización de las actividades económicas derivadas o enmarcadas en Internet. 3.- Ley Especial No. 48 Contra los Delitos Informáticos, Gaceta Oficial 37.898 del 15/03/2004, que tiene por objetivo la protección integral de los sistemas que utilicen tecnologías de información así como también, la prevención y sanción de los delitos realizados contra dichos sistemas o sus componentes o los cometidos mediante el uso de éstas. 4.- Resolución No.240 del Ministerio de Ciencia y Tecnología del 09 de noviembre de 2004, cuyo objetivo es la creación del Dominio Gov.ve, para registrar los nombres de dominio que serán utilizados por los organismos, órganos, entes y demás entidades dependientes de los poderes públicos del Estado Venezolano. 5.- Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas: Decreto No.3.335 del 14 Diciembre de 2004, Gaceta oficial 38.086, y Reglamento Parcial sobre el Decreto con fuerza de Ley No. 1.204 de fecha 10/02/2001, Gaceta oficial 37.148 del 28/01/2001: Ambos, Ley y Reglamento, tienen por objeto otorgar y reconocer la eficacia y valor jurídico a los mensajes de datos, los cuales son la información inteligible en formato electrónico que pueda ser almacenada o intercambiada por cualquier medio; y, las firmas electrónicas, que es la información creada o utilizada por la persona titular de la firma asociada al Mensaje de Datos, que permite atribuirle su autoría bajo el contexto en el cual ha sido empleado. 6. Decreto Nº 7.387, de 21 de abril de 2010, Gaceta Oficial número 375.937, que establece la creación de la Industria Venezolana de Telecomunicaciones, C A (Invetel), adscrita al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias. Estas regulaciones jurídicas tienen como norte, brindar un entorno seguro al usuario del comercio electrónico, pero debido a su reciente creación, resultaría prematuro emitir juicios sobre su desempeño, o, medir los resultados alcanzados en cuanto a cuán atractivo y seguro resulta para el usuario, el uso del comercio electrónico bajo estos nuevos esquemas jurídicos. Conclusión: El presente siglo se destaca por el uso de la tecnología blanda como es el caso del internet, y su más preciado logro: el comercio electrónico. Sistema de mercado que en regiones desarrollas como Estados Unidos y países Europeos, ha logrado una fuerza de penetración sostenida y productiva; no así, para los países latinoamericanos que mantienen reservas en su uso y aplicación, aunque las cifras revelen que existe una prometedora tendencia a vencer las inseguridades que este sector ha despertado. En este sentido, de acuerdo al análisis efectuado, es pertinente recomendar un estrecho acercamiento con los actuales y potenciales usuarios, a través de una mayor difusión sobre los alcances y beneficios del comercio electrónico; más aún, proporcionar un mayor margen de seguridad en las transacciones de compra-venta, aspecto éste, que es el que despierta mayor desconfianza en el consumidor latino y, de manera muy especial, al venezolano.
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